lunes, 1 de diciembre de 2008

El Reinado del Miedo


Agarrarás una presa, tu mano se deslizará y el vacío te reclamará por unos segundos, entonces temerás que las cuerdas, el arnes, las cintas y los bloqueadores fallen. Temerás a la muerte y dejarás de escalar.

La tormenta malogrará tu ascensión, el aire enrarecido por la altura quemará tus pulmones, el frío ennegrecerá las puntas de tus dedos y la niebla te mostrará colosales grietas y aristas hambrientas de tu error. Entonces temerás que tus fuerzas fallen, temerás que los crampones y el piolet no te detengan, el vértigo se apoderará de tí. Temerás a la muerte y dejarás de ascender montañas.

Mirarás a los ojos de quién tienes al lado y comprenderás que el amor no existe o que nunca existió, que todo lo que os aportais se ha terminado, que su compañía se ha convertido en la tumba de tus sueños. Entonces te mirarás al espejo, te verás viejo y decadente y el fantasma de tu estima susurrará palabras de locura en tus oidos. Temerás a la soledad, a no encontrar a nadie y pasarás con ella el resto de tu vida.

Las arpías te descuartizarán a tus espaldas, burlándose de lo que escribes. Tus líneas serán el alimento pútrido de la horda carroñera de enemigos que te sigue el rastro, ávida de llenar su tiempo vacío masticando con la boca abierta los jirones de información que extraen de tus lineas. Temerás la burla, la risa ajena, entonces dejarás de escribir un blog.

Tu superior te esclavizará en el trabajo, te humillará por un salario miserable, te obligará a rendirle pleitesía con una sonrisa cada mañana que adorne el desprecio que te profesa. Temerás no encontrar algo mejor y pasarás esclavizado el resto de tu vida.

La derrota pondrá a prueba tu autoestima. El esfuerzo de aprender será insoportable por ir acompañado del reconocimiento de la inferioridad. Temerás ser juzgado como débil o incapaz y dejarás de competir.

La pereza, la desidia y la gula te narcotizarán haciéndote olvidar tu lamentable estado, convirtiéndote en una criatura obesa, insana y enfermiza, sin amor propio. Temerás el sufrimiento asociado al esfuerzo necesario para volver a ser un animal sano y dejarás de hacer deporte.

El orgullo convertirá bordillos en murallas y el recuerdo vivo de los errores del pasado dibujará un segundo intento como una gesta imposible. Temerás volver a fracasar y vivirás con tus fantasmas el resto de tus días...

Un día alguien golpeará a quién aprecies, entonces temerás el dolor de una pelea y huirás a esconderte maldiciendo tu miedo...

Un día.... X, entonces temerás ....Y, y dejarás de..... Z
Un día.... X, entonces temerás ....Y, y dejarás de..... Z
Un día.... X, entonces temerás ....Y, y dejarás de..... Z

No hay comentarios: